Saúco

El saúco

Nombre científico: Sambucus canadensis (sinónimo Sambucus mexicana)

Familia botánica: Viburnaceae

El saúco es un árbol nativo desde Canadá hasta Panamá y desde siglos atrás se ha utilizado como febrífugo, expectorante, antiespasmódico, laxante, vomitivo, emoliente, antiinflamatorio, galactogogo, antioxidante, antiséptico, estimulante del sistema inmunológico, circulatorio y en especial de las venas, diurético, depurativo, sudorífico, contra la tos especialmente la tos seca, bronquitis, cólicos, sinusitis, gripe, problemas digestivos, conjuntivitis, problemas urinarios, reumatismo, artritis, la gota, sarampión, escarlatina, rubéola, herpes labial, quemaduras, eczemas, acné, manchas de la piel, dermatitis, alergias, control del peso, del colesterol,  epilepsia, migrañas, hemorroides y desinfectante.

Entre otros usos dados a esta especie el usar sus frutos bien maduros como un tinte natural para cubrir las canas o en la preparación de mermeladas, gelatinas, vinos, postres, jarabes y colorante natural, cabe señalar que las semillas y los frutos inmaduros son tóxicos al contener cianuro. Sus llamativos ramos de flores blancas son excelentes atrayentes de abejas y mariposas, además lo convierten en una buena especie ornamental que se puede mantener podado para pequeños jardines o aceras, o se puede mantener en parques y cercas. Se reproduce por medio de semillas y estacas.

Se le considera como una planta mágica y es utilizada en México en ceremonias indígenas de sanación física y espiritual junto a otras plantas y los mayas ya conocían sus propiedades medicinales y lo mantenían entre sus plantas medicinales de uso frecuente. Etimológicamente el género Sambucus proviene del griego sambuké o flauta, porque sus ramas se utilizaban para hacer estos instrumentos musicales y como curiosidad en Guatemala hay una ciudad que se llama Sololá que proviene de Tzolojja o agua de saúco.