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Descripción de la especie
Carboncillo guayacán
Nombre científico: Acosmium panamense (sinónimo Sweetia panamensis)
Familia: Fabaceae
El carboncillo guayacán es una especie que crece naturalmente desde México hasta Colombia y Venezuela, y en Costa Rica se encuentra mayormente en la vertiente Pacífica, desde el nivel del mar hasta los 800 o 900 m de altitud, pero no es raro encontrarlo en lugares entre 1500 y 1700 m. Considerado como una especie heliófita durable o amante del sol, por lo que se desarrolla en sitios abiertos, orillas de bosques, bosques secundarios y a orillas de los ríos y fuentes de agua, en donde no haya mucha sombra. No es exigente en cuanto a suelos, por lo que tolera crecer en suelos sean malos, pedregosos o calcáreos.
Puede llegar a alcanzar entre 10 y 40 m de alto, aunque en la mayoría de los casos se mantiene bajo los 20 m. El tronco es recto con entre 80 cm y 1 m de diámetro, con largas ramas delgadas que nacen muy arriba, con un crecimiento muy vertical, lo que le da una rala copa con forma piramidal. La corteza que se desprende en pequeñas placas es de color café y posee una sabia amarillenta o de un tono más anaranjado. Las ramitas son de color gris claro a café claro.
Las hojas del carboncillo guayacán son imparipinnadas alternas, de unos 18 cm de largo en promedio, con el raquis acanalado y en la base del peciolo, donde se une con la ramita, hay un engrosamiento que se denomina pulvínulo. Cada hoja está compuesta por 9 a 15 foliolos alternos o subalternos, de unos 7 cm de largo en promedio y color verde brillante por encima y más pálidos por debajo, con el borde entero y la nervadura poco evidente; y al estrujarlos liberan un olor a frijol.
De forma ovalada, aunque también se pueden presentar foliolos lanceolados. Lo más llamativo de estos foliolos, y lo que es una característica distintiva, que permite fácilmente reconocer la especie, es el ápice hundido o emarginado. El árbol pierde sus hojas, pero en poco tiempo las vuelve a recuperar.
Las pequeñas flores blanquecinas se desarrollan en panículas, en las axilares de las últimas hojas de las ramitas, quedando ubicadas en la parte alta de la copa. Cada panícula mide entre 10 y 20 cm de largo, y las flores, que se presentan entre setiembre y octubre, se van abriendo de abajo hacia arriba. Ellas están compuestas por 5 pétalos y al ser muy perfumadas, atraen abejas, mariposas e insectos, así como a aves insectívoras.
Los frutos del carboncillo guayacán, son legumbres alargadas y planas, de entre 6 a 10 cm de largo. Cuando están verdes, las semillas son muy evidentes porque el área donde se ubican, se torna de un verde más oscuro y al madurar, entre noviembre y febrero, los frutos se asemejan a hojas secas, con el centro abultado y una textura más rugosa. Esta forma de hoja le permite ser llevado por el viento y que las semillas nazcan lejos del árbol madre. Por cada fruto puede haber entre 1 y 3 semillas, de forma ovoide y aplanadas, de 1 cm de largo, de color café oscuro brillante.
El carboncillo guayacán se reproduce por medio de semillas, las cuales recién recolectadas pueden tener de 70 a 85% de germinación. No requieren ningún tratamiento pregerminativo y la germinación empieza entre 1 y 2 semanas después de la siembra. Los arbolitos presentan un crecimiento lento, por lo que los cuidados deben extremarse para evitar que se pierdan. Las semillas se pueden almacenar por un año sin detrimento significativo de su porcentaje de germinación.
La madera es de sabor amargo y es considerada como muy pesada con un peso específico de 0.8 a 1.1 gr/cm3; es de color café claro con una albura amarillenta y un llamativo veteado, de grano entrecruzado, textura media y buena trabajabilidad, lo que le da un acabado liso y brillante. Seca muy bien al aire y posee una buena durabilidad natural.
Se ha utilizado en acabados interiores, carpintería en general, carretas, carretes, construcción pesada, construcción rural, contrachapados, duelas, ejes de carretas, elaboración de artesanías, fabricación de herramientas agrícolas, leña, parquet, pisos, postes para cerca, puentes, tornería, trapiches y traviesas de ferrocarril.
En países como México, se le ha empleado ampliamente en la medicina tradicional en el tratamiento de problemas digestivos, respiratorios y diabetes, entre muchos otros padecimientos. Además, se le ha utilizado para tratar la malaria, el paludismo y como tónico.
Es un árbol ideal para sombra en plantaciones de café y en potreros para el ganado y es una buena especie para recuperación de sitios degradados.
Entre otros nombres con los que se conoce al carboncillo guayacán en otros países, están: bálsamo amarillo, bálsamo oloroso, bilihuete, billy web, carbonillo, cencerro, chacté, chichipate, chile, corteza de Honduras, coyote, grabadillo, granadillo, guayacán, guayuacan chacté, huasillo, huesillo, huesito, k’an i che, k’an che’, malvecino, nootxk, notsky, palo amargo, palo chile, palo de vaca, quina silvestre, quina, rejo, samcuy, vera de agua y yactí.
El nombre chichipate es de origen náhuatl y significa amargo, en relación al sabor de la corteza.
