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Descripción de la especie
Pétrea o raspaguacal
Nombre científico: Petrea volubilis
Familia: Verbenaceae
La hermosa pétrea o raspaguacal es una especie nativa, originaria desde México hasta Suramérica y las Antillas. En el país se le observa mayormente en la vertiente Pacífica y la Zona Norte, creciendo en bosques primarios, secundarios, charrales o en áreas abiertas; desde el nivel del mar poco más de los 1250 m. Puede encontrarse a orillas de ríos y quebradas, en bosques primarios, secundarios y charrales, así como en áreas abiertas a pleno sol o en semisombra. Tolera las sequías y los suelos malos, pero con buen drenaje.
Puede ser considerada como un arbusto trepador de largos tallos leñosos, los cuales en plantas muy viejas pueden llegar a tener hasta 10 cm de diámetro. Los tallos son de color gris claro y nacen desde muy abajo y al tener un crecimiento muy rápido, tienden a cubrir mucha área en poco tiempo; pero de una forma muy invasiva y desordenada. Las ramitas jóvenes son de color verde, cuadradas y muy pubescentes.
Las grandes hojas de la pétrea son simples opuestas y pueden llegar a medir unos 15 cm de largo y 6 cm de ancho; son de forma elíptica a oblonga, de color verde muy oscuro por encima y más claras por debajo. El borde es entero, aunque en plantas muy jóvenes, pueden tener algunos dientes u ondularse un poco. Lo más llamativo de ellas, es lo áspero de su superficie por ambas caras, por la dureza de la pubescencia que la cubre, como se tratara de lija, de ahí su peculiar nombre de papel de lija. Las hojitas nuevas son cobrizas muy llamativas.
Los grandes y hermosos ramos de flores colgantes como cilindros, que recuerdan a la glicinia (Wisteria sinensis), son el elemento más conocido de esta especie, los que pueden llegar a medir hasta 40 cm de largo. Pueden nacer al final de las ramitas o en las axilas de las hojas, por lo general en las que están al final de las ramitas. Las flores son de un fuerte color morado y están formadas por dos secciones claramente diferenciadas, la corola presenta 5 pétalos pequeños y redondeados con dos pequeñas manchas bancas en la base de uno de los pétalos; el cáliz, que es el más visible, por tener 5 grandes y delgados en forma de estrella, el cual permanece en el ramo mucho tiempo, a diferencia de la corola, que solo se mantiene unos 4 días. Es por ello, que muchas personas, no se dan cuenta de que existe la corola, porque creen que los sépalos son los pétalos. En algunos países hay una variedad de flores blancas, pero ella es poco conocida.
Inclusive, la corola antes de abrirse es un pequeño botón redondo y como se abre después de los sépalos, da la impresión que la flor es así. Es muy común, que la pétrea tenga flores todo el año, aunque dependiendo la zona, presentará picos de floración en distintos momentos, lo que permite atraer a muchas abejas, mariposas y colibríes, los cuales reconocen en ellas, una excelente fuente de néctar por su abundancia, aunque este se libera solo a ciertas horas del día.
Las flores viejas se tornan verdosas a grisáceas lo que aumenta el contraste de colores, con las flores frescas y el intenso tono del follaje.
Los pequeños frutos secos de color café claro o marrón y con forma de campana con el borde dentado, se mantienen todo el tiempo encerrados dentro del cáliz y aprovechan que mantienen unidos los sépalos para desplazarse con el viento, como si fueran las hélices de un helicóptero o por el agua, como flotadores. Dentro de cada fruto hay una pequeña semilla redondeada de escasos 3 ml de diámetro, de color café oscuro con un arilo blanco.
La pétrea se reproduce por medio de semillas, la cuales se recomienda dejarlas en remojo en agua corriente por un día y luego sembrarlas en un buen sustrato húmedo, cuidando de que no esté saturado y la germinación se dará como a la semana. Aunque lo más común, es por medio de acodos y esquejes o puntas de ramitas, tomadas de ramas jóvenes no leñosas, siendo las primeras horas del día el mejor momento para cortarlas.
Los esquejes pueden tener un tamaño de unos 10 a 12 cm de largo y no es necesario eliminarle las hojitas. Una vez preparados se les puede poner enraizador y sembrarlos en tierra buena, cuidando la humedad. También se pueden dejar en agua por varios días, hasta que empiecen a enraizar.
La pétrea como ornamental es una excelente opción para parques, jardines, en arcos sobre entradas, puertas y ventanas, en porches y pérgolas, en columnas, sobre muros o pegados a ellos. Como arbusto redondeado o elemento central en jardines o en complemento con otras especies más bajas, para mantener en macetas grandes, sobre techos, cercas, orillas de senderos, jardines de mariposas, abejas y colibríes, glorietas, isletas en carreteras, centros comerciales y sobre taludes. Y es una especie con uso como bonsái.
Es una especie de bajo mantenimiento y solo necesita podas de formación y la colocación de guías o tutores para dirigir el crecimiento de sus ramas, las cuales se pueden mantener unidas hasta cierta altura y luego dejarlas libres para lograr una forma arbórea, ya sea junto a un muro o en forma libre.
Entre los usos no ornamentales que posee la pétrea están el utilizar sus ramos de flores como flores de corta, aunque no se mantienen frescos por mucho tiempo, pero cortándolos en la base propia del ramo, pueden aguantar unos días más. Las flores secas se usan en artesanías y decoraciones. En medicina tradicional se le ha empleado para tratar problemas menstruales y del parto.
El curioso nombre de raspaguacal, que es el otro nombre con el que se conoce a la pétrea, hace referencia al uso tradicional que se le da a las hojas de esta especie, las cuales al ser como lijas y ser muy resistentes, se emplean para lavar las ollas y los sartenes, dejándolos brillantes como si fueran nuevos.
Al ser una especie que está presente en muchos países y al ser muy popular, posee una gran cantidad de nombres diferentes, entre ellos: adolfina, amansaguapo, azota caballos, bejuco de ajo, bejuco de mayo, bejuco de palo, bejuco de san Diego, bejuquillo, bluebird vine, cacalacaxíhuitl; capela de viúva, capitán lila, carta vetrata della regina, chaparro morado, chaparro, cipô de sao Miguel, coamecate azul, coroa da rainha, corona de la reina, corona púrpura, diadème royal. Espuela de caballero, estrella, fiore della regina, fiore della vite viola, flor de dios, flor de iio, flor de Jesús, flor de la capilla de san Miguel, flor de mayo, flor de niio, flor de santa Lucía, flor de santa María; flor de santa Rita, flor de sâo Jose, flor de são Miguel, flor de viuva, flor del diabo, ghirlanda della regina; hiedra morada, hierba del soltero, hoja chigüe, ishpishlocot-juque, ishpishni-junque, jazmín, kaytapoa, lengua de vaca, liane saint jean, lija, lipa-qui-me, lixa videira, lyenn wid, machiguá.
Manto de Jesús, manto del nazareno, mayapi, moradito, nasareno, nilmani, oop’tsiimim, opptzimín, papel de lija, pétrea ovíjivá, pétrée volubile, petréia, planta de helicópteros, pretéia viuda, purple wreath, queen’s wreath, ramo de reina, raspa sombrero, sand paper, sandpaper vine, sandpaperine; santa lucia, santa rita, serae serae, shacalócot-juqui, solerillo, soltero, sombrerito, spislocot-juki, tháthub, topopostillo, tostada de caballo, tostadito, touca de viúva, toucado de viuva, trepadeira de são Miguel, vid de lija, vite corona viola, viuda, viuvinha, x-oop’tsiimin, yochopptzimin, yo’och oop’tsiimim, yooch-op´tsimin.
Algunos de estos nombres hacen alusión a las festividades de algunos santos, como santa Rita, san Miguel, san José, san Diego y santa María, porque su floración coincide con la celebración religiosa de dicho santo. Así mismo el nombre de nazareno o manto de Jesús, es por el color morado de las flores y por florear durante la Semana Santa. Pero, uno de los más curiosos es el de cuero de sapo por lo áspero de las hojas.
Etimológicamente, el género Petrea es en honor al botánico inglés Robert James Petre y volubilis en latín significa retorcido, girado en referencia a los tallos escandentes.
