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Descripción de la especie
Lorito de altura
Nombre científico: Cojoba costaricensis
Familia: Fabaceae
El lorito de altura es nativo de Nicaragua hasta Panamá, creciendo en sitios entre los 600 y los 2100 m de altitud, en donde el frío y la humedad son constantes. En Costa Rica se le encuentra en ambas vertientes, mayormente en las cordilleras, en condiciones de bosque nuboso, ya sea a orillas de caminos, de bosques, en potreros, bosques secundarios y bosques primarios. Aunque, no es extraño encontrarlo en sitios con condiciones muy diferentes como Sarapiquí, que no son bosques nubosos.
Es un árbol que puede llegar a crecer unos 15 m de alto, con un tronco delgado, que por lo general no supera los 50 cm de diámetro, el cual está cubierto por una corteza delgada de color café con fisuras verticales. Posee ramas largas y delgadas, que nacen desde muy abajo y que le permiten al árbol tener una densa copa, aunque no tan amplia como la de su pariente el lorito común (Cojoba arborea). Las ramas poseen muchas ramitas delgadas de color café oscuro o marrón cubiertas totalmente por lenticelas de color blancuzco.
El lorito de altura posee hojas bipinnadas alternas, lo cual lo hace casi la única especie con este tipo de hojas de las zonas altas, lo que facilita su identificación. Las hojas, que de primera entrada recuerdan a las de los helechos, están formadas por hasta 14 pares de pinnas opuestas y cada una de ellas por pequeños foliolos, los cuales son más grandes que los del lorito común. Siendo ellos, de forma lanceolada u ovalada, con el borde entero y de color verde brillante por encima y más claros por debajo y no poseen peciolulo, por lo que nacen directamente del raquis secundario. Un detalle importante, que ayuda también a reconocerlo, es la presencia de una pequeña glándula nectarífera o como también se les llama nectario, ubicadas en el raquis, exactamente en la unión de las pinnas y un par más, en el peciolulo de cada pinna, antes del primer par de foliolos.
Los brotes foliares son ligeramente pubescentes de color marrón y las hojitas nuevas nacen de color rojizo y van cambiando a un tono más marrón, luego se van aclarando a un verde tierno para terminar en el verde de las hojas sazonas. Esta mezcla de colores, le da un aspecto muy llamativo y ornamental. Sus hojas son hospederas de la mariposa Dismorphia lubina.
Las perfumadas flores del lorito de altura son pequeñas y tubulares, y están agrupadas en delicadas cabezuelas de entre 1.5 a 2 cm de diámetro, que cuelgan de un largo pedúnculo de poco menos de 10 cm de largo, que nace en las axilas de las hojas. Cada flor posee gran cantidad de largos estambres blancos, que en conjunto le dan a la cabezuela su particular forma como un diente de león (Taraxacum officinale), las que atraen a abejas, mariposas y algunos colibríes y otros insectos, así como aves insectívoras.
Por su parte los frutos, son uno de los elementos más llamativos, por su peculiar forma e intenso color. Ellos son legumbres largas y retorcidas, a tal punto que algunas llegan a torcerse tanto como una espiral e inclusive pueden enredarse entre ellas mismas si están muy juntas. La cáscara es carnosa y ligeramente rugosa, la cual conforme va madurando se va tornando de un fuerte color rojo. En cada sección donde se ubican las semillas se estrecha como una cintura, lo que le da un mayor atractivo ornamental.
Al madurar se abre por los costados dejando libres las negras y brillantes semillas carnosas, las cuales permanecen unidas por algunos días, en donde son muy cotizadas por las aves. Durante este periodo de tiempo, el árbol es muy llamativo, por la mezcla de colores del follaje y los frutos, siendo la diversidad de tonalidades verdes, amarillentas, rojos y negros los predominantes.
Las semillas son de forma ovalada, de intenso color negro brillante y al ser carnosas, no se pueden almacenar, por lo que se deben sembrar casi de inmediato para lograr una buena germinación, ya que es la única forma en que el lorito de altura se reproduce. E inclusive según la UICN esta especie se encuentra en categoría casi amenazada.
Por el poco diámetro de su tronco no se utiliza como maderable, pero si es una especie con alto potencial como ornamental para parques y jardines grandes, de zonas altas, en donde ofrecerá buena sombra y fuentes de alimento y refugio para la fauna. Además de ayudar en la recuperación y mejoramiento de los suelos por la gran cantidad de materia orgánica que produce, incluyendo la fijación de nitrógeno de sus raíces.
En los otros países en donde se le encuentra lo conocen también como angel’s hair, cocobola, cocobolo, conchudo y lorito de montaña.
Etimológicamente, el género Cojoba es de origen taíno, siendo “cojoba o cohoba” los nombres que los nativos le daban a la cohoba (Anadenanthera peregrinay), y que es la especie con la que realizaban el ritual de la cohoba, y muy posiblemente por la similitud de sus hojas y flores, se le dio el mismo nombre a este grupo de árboles. El término costaricensis se refiere a que la especie fue descrita por primera en Costa Rica.