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Descripción de la especie
La caña fístula
Nombre científico: Cassia fistula
Familia botánica: Fabaceae
La caña fístula es una de las especies más elegantes de la temporada de floración, originaria del Sudeste de Asia y actualmente presente en todos las regiones tropicales y subtropicales del planeta. De la misma familia del tan conocido carao (Cassia grandis), usado para el control de la anemia.
En el país se le puede encontrar muy comúnmente en jardines, parques, aceras y fincas, desde el nivel del mar hasta los 1200 m de elevación, especialmente en la zona Pacífica, en donde florece espectacularmente.
De tamaño pequeño, de no más de 10 m de alto, de copa muy densa y redondeada, tronco pequeño y grueso, cubierto por una corteza verduzca y muy lisa en árboles jóvenes, pero grisácea, muy rugosa y dura en los árboles viejos. Sus hojas compuestas de hasta 40 cm de largo, están formadas por foliolos verde oscuro y más claros por debajo, caracterizados por nervaduras transparentes y brotes foliares casi plateados similares a plumas.
Los enormes racimos de flores amarillas son su mayor atractivo, no solo porque son muy largos sino muy gruesos, los cuales por su propio peso caen elegantemente. Posteriormente, el árbol se llenará de largas y delgadas vainas de color negro, lisas y muy duras, con muchas pequeñas semillas igualmente duras, de color café, brillantes y lisas, cubiertas por una especie de sustancia pegajosa muy espesa de color negro, muy apetecida por vacas y caballos; los que se encargarán posteriormente de diseminar las semillas en sus boñigas, con la ventaja de que ya las semillas habrán recibido un adecuado tratamiento pre germinativo dentro del sistema gástrico de estos animales.
De rápido crecimiento y alta capacidad de rebrote, lo que aumenta su copa y su área de floración y por ende su mayor atractivo. Otra ventaja que tiene esta especie es que no bota sus hojas, aún en las épocas más secas, por lo que se le ha utilizado como árbol de sombra.
Se usa también como alimento de animales silvestres, ganado, caballos y chanchos, entre otros, como atracción de abejas, madera de construcción, artesanía, ebanistería, leña, carbón, medicina tradicional, control de erosión y protección de suelos. Tailandia muy acertadamente lo declaró como su “Árbol Nacional”.