Abejas en una flor de pitahaya
Las abejas son de las que más se regocijan, y a lo grande, cuando amanece y encuentran abiertas las enormes y hermosas flores blancas de la pitahaya (Hylocereus costaricensis, Cactaceae).
Abejorro y abejas en una flor de canastilla (Calliandra surinamensis, Fabaceae)
Es un arbusto muy ornamental ideal para aceras, jardines y parques, en donde atraerán mariposas, abejorros y todo tipo de abejas.
Larva de escarabajo Hércules
Estas grandes larvas son de un grupo de escarabajos (Dynastinae, Coleoptera) conocidos como escarabajos rinoceronte o hércules, porque los adultos machos tienen grandes cuernos en la espalda, lo que los hace muy llamativos.
A diferencia de los conocidos “jogotos o gallinas ciegas” que son las larvas de los abejones de mayo, los dinástidos son muchísimo más grandes y no todos dañan las plantas, ya que muchas de estas larvas se alimentan de materia orgánica en descomposición por eso son importantes en las composteras.
Antes de matarlas es mejor dejarlas en un lugar donde haya materia orgánica en descomposición y dejarlas hacer su trabajo.
Larva de mariposa blanca (Ascia monuste)
¿Cuántas veces nos hemos detenido a contemplar y ver con detalle, aquel gusano que se está comiendo las matas? La verdad, casi nunca… Y es que casi automáticamente lo único que se viene a la mente es, hay que matarlo porque me va dejar sin matas…
La próxima vez, espera antes de actuar impulsivamente y obsérvalo… Ve sus colores, sus formas, sus movimientos y sobre todo, trata de olvidarte unos segundos del estrés y las preocupaciones y solo disfruta el momento, recordando que si te gustan las mariposas en el jardín, no puedes tenerlas sin los gusanos.
La comunidad del tronco
Un simple tronco en el lugar adecuado, se convierte en el espacio idóneo para el desarrollo de toda una comunidad de especies de plantas, insectos, hongos y demás…
Todos dependientes de ellos y en perfecta armonía, logrando un micro cosmos mágico lleno de formas, tonos y texturas…
Desde grandes hojas visibles de lejos hasta diminutos descomponedores, que ocultos entre raíces y tallitos, poco a poco transforman la materia acumulada entre tanta diversidad.
Todos los elementos en perfecto equilibrio, dando lo mejor de cada uno de ellos para lograr el máximo beneficio de la comunidad misma.
Tanta sabiduría en un pequeño hábitat, que nos demuestra la grandeza de la naturaleza y nos enseña que para poder vivir en comunidad debemos ser tolerantes y solidarios, ofreciendo lo mejor de cada uno a los demás, para de ellos recibir también lo mejor.